Autora: Anissa B. Damom
Género: Juvenil
Páginas: 304
Año: 2018
Editorial: Ediciones Kiwi
Sinopsis
¿Alguna vez has deseado retroceder en el tiempo?
Ojalá fuese tan sencillo como cerrar los ojos con fuerza, desearlo con ganas y despertar tiempo atrás, cuando te creías seguro de todas las cosas malas, pero sabemos que el tiempo es inalterable. No podemos evitar que ocurran desgracias, ni impedir que estas nos transformen en versiones de nosotros mismos a quienes no reconocemos.
Olivia, a sus dieciséis años, acaba de descubrir que el mundo es un lugar en el que no estás a salvo, que el Destino te puede arrebatar la felicidad en un instante y que querer, incluso a uno mismo, implica tomar decisiones para las que no siempre estamos preparados.
«Somos polvo de estrellas» habla sobre la pérdida, la amistad, la familia y la lucha por los sueños apostando por la obligación de volver a sonreír como única forma de sobrevivir al dolor.
Opinión
Se me partió el alma con la pérdida de Leo, sobre todo porque el tema del corazón me toca de cerca. Siempre he tenido a alguien con problemas de corazón en mi vida y es un tema que me puede.
Me ha gustado mucho el persona de Olivia y su evolución, como pasa de bailar por pasión a bailar como método de desconexión y más tarde vuelve a bailar por amor a la danza. Me gusta ver como va madurando con el paso de los capítulos y las experiencias.
En cuanto a Marcus, me encanta que la autora haya incluído a un youtuber en su historia y que hable de que cuando te enamoras de alguien famoso, te enamoras de la persona y no del personaje. Porque en la pantalla se muestra lo que uno quiere, pero en la vida real no todo es tan bonito, y quien te quiera te querrá con todo.
Y hablando un poco por encima de los demás personajes... Creo que los padres de Liv son adorables, se preocupan por ella y si la ven feliz, son felices. Tanto la profesora como la editora ven algo en ella que la hacen talentosa y especial, y no se equivocan. Harry, un amigo de los que todos querríamos tener cerca, un amigo de verdad, de los de siempre y una persona muy fuerte, alguien imprescindible en esta historia.
Vemos a personajes que a simple vista parecen fuertes y felices, solo muestran ese lado, porque tienen un lado vulnerable y también tienen miedos, como todo el mundo.
Vemos a personajes que a simple vista parecen fuertes y felices, solo muestran ese lado, porque tienen un lado vulnerable y también tienen miedos, como todo el mundo.
Me ha gustado mucho y me ha hecho sentir tantas cosas... me ha roto y me ha unido después cada trozo. Me ha hecho revivir momentos de mi vida que han sido muy importantes. Este es uno de esos libros que deja huella, de los que recomiendo tanto para jóvenes como adultos.
Después de acabar la lectura, me he sentido vacía, he necesitado más. Me gustaría mucho poder leer los libros de Leo y ese final de Liv, creo que tienen tanta importancia en la historia, que siento necesidad de sumergirme en esa lectura y sentir lo que sentía Liv al leer a Leo.
Citas
“La vida cambia en segundos.”
“Hay mañanas que despiertas sin saber que harás algo, por pequeño que sea, que cambiará el rumbo de tu vida. Me refiero a pequeñas acciones de las que apenas nos damos cuenta. Como la sonrisa que le has dedicado a ese chico que te ha cedido el asiento en el autobús, por ejemplo, y que, aunque aún no lo sepas, se convertirá en la persona que te abrirá los botes de mermelada el resto de tu vida o que te cogerá la mano en los momentos difíciles... Cada instante tiene ese poder y esa magia. Le otorga misterio y a la vez una gran responsabilidad.”
“Nunca sabemos cuánto de rutina y cuánto de extraordinario habrá tenido el día al acostarnos.”
“Somos lo que sentimos.”
“Cuando llegas a la fase en la que tu corazón no siente, una parte de ti muere, se apaga... Y eso es peor que el dolor en sí. El dolor, al menos, te recuerda que estás vivo.”
“¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?”
“¿Alguna vez te has enamorado? No me refiero a ponerte colorada cuando el chico que te gusta pasa por tu lado. Me refiero a ese otro amor, el verdadero. Al amor de que se habla en las películas, en los libros o en las canciones. Ese por el que cayeron ciudades como Troya, por el que se arriesga todo como en Romeo y Julieta o como el de los abuelos a los que después de toda una vida juntos, aún se les ilumina la mirada al verse el uno al otro. Amores de los que te cambian, de los que dejan huella...”
“Al enamorarnos nos decidimos ser mitad de algo que puede ser mejor. Y creo que buscar esa otra mitad significa encontrar a la persona que te hace ser mejor, que te complementa. No solo alguien que te dice cosas bonitas o te echa un polvo que te cagas. Aunque eso es importante, creo que también lo es mantener el misterio, saber que, por más que sepas de la otra persona, aún te queda mucho por conocer.”
“El amor no debería significar renunciar a tus metas.”
“Supongo que conseguir lo que tienes tiene un mérito increíble, pero, Marcus, yo te prefiero a ti mil veces antes que a Mik.”
“Contigo siento que podría pasarme las horas hablando.”
“Me gusta la manera en que me miras.”
“Reconozco que creía que eras un poco creído y egocéntrico, pero tienes la capacidad de llegar a las personas y eso no es superficial.”
“Temía que el mundo la olvidara y yo temía olvidarme del mundo.”
“Que sonría no significa que no me duela, pero yo decido lo que quiero que el mundo vea de mí.”
“Escribir es liberar lo que el corazón no puede decir.”
“A veces, sin venir a cuento, me mira de un modo que... Como si de verdad no hubiese nada más.”
“Su beso fue suave y tierno pero completamente decidido. Una extraña sensación tiraba por debajo de mi obligo, algo que nunca había sentido antes. Me pregunté si eso era deseo. Una fuerte llama crecía dentro de mí. Le respondí. Acaricié su boca imitando sus movimientos y me sorprendió descubrir que era como si todo encajara como en un puzzle perfecto. Su aliento, cálido y dulce. Sus manos, que subieron hasta colocarse a ambos lados de mi cuello, cogiéndolo como si fuese lo más delicado de este mundo... Flotaba. Juro que mis pies se elevaron varios centímetros del suelo.
Entonces, sonrió con una pequeña risa nerviosa, y yo también, aún con nuestras bocas unidas.”
“Me encantas. Todos y cada uno de los segundos que paso contigo, me encantas. Es todo lo que sé y... no soy idiota. Sé que te da miedo porque estás rota, pero no quiero romperte más. No voy a hacerte daño. Solo quiero unir los pedazos. Y no, no puedo prometerte que el resultado sea perfecto porque nunca volverás a ser la persona que eras. Nunca, ni yo tampoco, pero me da igual porque... Estoy enamorado de todos y cada uno de esos trozos.”
“Lo que tiene enamorarse es que también pueden partirte el corazón.”
“Pasan cosas y no podemos controlarlas y a veces esas cosas nos dejan una marca que no desaparecerá nunca. Tú puedes decidir si quieres dejar que el mundo vea lo fea que es o si quieres hacer algo mejor. Quédate con lo que has aprendido.”
“Morir y vivir en el corazón de los que nos aman no es morir. -Thomas Campbell.”
“No todas las preguntas tienen respuesta, cielo. A veces lo único que puedes hacer es dejarte llevar.”
“Leo había descubierto que la auténtica inmortalidad, la auténtica felicidad reside en las huellas que dejamos en otras personas. En nuestras relaciones con ellas, en los momentos que creamos...”
“Es extraño que cuando quieres que el tiempo pase rápido, se haga eterno y que, en cambio, cuando quieras congelarlo, es escape entre tus dedos.”
“Más vale un instante de felicidad plena que toda una vida anhelándola.”
“Así que no vamos a preguntarnos cómo va a funcionar, porque cuando las cosas son tan obvias no tiene sentido perder tiempo en cuestionarlo. Quiero estar contigo, Olivia. Solo contigo. Es todo lo que sé. Quiero registrar recuerdos, y que tú estés en todos ellos, pero, sobre todo, encontrar el modo en que todo encaje.”
“Hay ocasiones en las que la vida real supera de muchas formas la ficción. Hay ocasiones en las que personas reales llegan a tu mundo para descolocarlo y obligarte a dar un giro de trescientos sesenta grados. Hay días en los que amaneces sin saber que, de pronto, todo irá mejor. Entonces, sucede. De repente, descubres que aún puedes sonreír, incluso soñar, sin sentirte culpable por ello.”
“No podemos evitar que la gente a la que queremos nos deje. Tampoco huir del dolor o retroceder en el tiempo. No existe una fórmula mágica para superarlo o para entender por qué razón seguimos aquí. Pero estamos. Existimos y es nuestra responsabilidad hacer que merezca la pena. Vivir cada momento en lugar de lamentarnos por el tiempo que los que hemos perdido ya no tendrán.”
“Ni la vida ni el tiempo nos pertenecen. Lo único que en realidad poseemos es este instante. Este, que ni siquiera el siguiente.
Este pequeño segundo y lo que decidimos hacer con él.
Quizás, después de todo, sea más bonito brillar de forma fugaz para una sola persona que perderse en el resplandor del firmamento compitiendo por ser la estrella que más brilla. Al fin y al cabo, lo mejor de las estrellas fugaces es que nos son estáticas. Se mueven sin saber cuándo volverás a verlas o quién las verá la próxima vez. Eso las hace mágicas y especiales. Así recuerdo yo a los que he perdido. Estrellas fugaces guardadas a fuego en el corazón por montones de otras personas, y mientras sigamos existiendo tenemos la posibilidad de mantenerlos con vida, a esa parte de ellos que dejaron en nosotros. Transmitirla de modo que perdure...
Eso también es inmortalidad.
Y mi gran sueño ahora...”
Biografía de la autora
Anissa B. Damom nació en Madrid en los años 80. Comenzó a escribir a los 14 años dentro del género juvenil fantástico y desde entonces no lo ha abandonado. Éxodo es su primera novela publicada. Le han seguido la segunda y tercera entrega de la trilogía. Somos polvo de estrellas es su nueva novela.
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