Año: 2011
Género: "Novela histórica"
Editorial: Chiado Editorial
Páginas: 495
Sinopsis: "Cuando las cartas nos vienen malas y perdemos la partida que pensábamos que era nuestra única razón de ser, creemos que el reloj se ha parado y que la muerte es inminente. Sin embargo, suena entonces el teléfono y al otro lado del hilo se escucha una voz amiga y cálida, una de esas personas con la que no se ha hablado ni se ha visto desde los tiempos de la universidad, que vive fuera de España, que está en Madrid de paso y que te confiesa que le haría mucha ilusión cenar contigo. Entonces haces un esfuerzo terapéutico: "Si, claro, ¿cómo no?". Tomas el ascensor, atraviesas el umbral del gran portal del edificio en el que vives, te llega una cálida brisa de crepúsculo preestival, escuchas el ruido del tráfico y las veces de la calle. Entonces, sólo entonces, te das cuenta de que la vida sigue, te guste o no, te pegues un tiro o te abras la venas, y que te invita a continuar quemando etapas."
Opinión: En principio pensaba que era algo en plan "romántico" por su sinopsis, pero cuando empecé a leer y a conocer a sus personajes, me dí cuenta de que era ese tipo de libro que nunca había leído.
El libro relata la historia de la familia Bárcena Saaverda, compuesta pos los padres, Norberto y Blanca, los hijos menores, Ricardo y Diego, los dos hijos mayores, Blanca y Norbreto.
Aunque también salen otros personajes, se podría decir que Don Norberto, Ricardo y Diego son los principales.
El libro se divide en dos partes: PRIMERA PARTE Tragedia en dos tiempos y SEGUNDA PARTE Reencuentro en un solo movimiento.
Primera parte (pág. 11 - 203) El principio se me hizo muy pesado ya que no era el tipo de libro que yo esperaba leer y me decepcionó un poco, pero cuando empecé a entender un poco la historia me llegué a enganchar. La primera parte relata hechos de la familia, sobre todo de Ricardo, de su padre, y algún hecho de la madre, pero sobre todo de Ricardo, sus aventuras, la "casi tragedia" y la tragedia. También trata temas de política y pensamientos un tanto antiguos como casarse por el interés, valorar más el dinero que el amor, creencias en Dios demasiado extremas, etc. Quitando esos temas que se me hicieron un tanto pesados, lo demás me gustó, porque a pesar de ser totalmente distinto a lo que a mi me gusta leer, me llegó a entretener y enganchar un poco más de lo que esperaba. No esperaba un final así para Ricardo y llegó a darme lastima.
Segunda parte (pág. 207 - 495) En la segunda parte se centra más en la vida de Diego, el hijo menor de los Bárcena Saavedra. Cuenta aventuras con chicas, viajes que hace, desamores, etc. También habla sobre los hermanos mayores, Norberto y Blanca. Trata temas como "cubrir la homosexualidad con un matrimonio" y el divorcio de una pareja tras su primer hijo. El "abandono" a unos padres ya muy mayores, la muerte de estos, lo injusta que es la vida para algunos, etc. A mi parecer, la segunda parte trata temas un poco más interesantes, o que yo he empezado a entender entonces, y me ha enganchado más esta segunda parte del libro.
Segunda parte (pág. 207 - 495) En la segunda parte se centra más en la vida de Diego, el hijo menor de los Bárcena Saavedra. Cuenta aventuras con chicas, viajes que hace, desamores, etc. También habla sobre los hermanos mayores, Norberto y Blanca. Trata temas como "cubrir la homosexualidad con un matrimonio" y el divorcio de una pareja tras su primer hijo. El "abandono" a unos padres ya muy mayores, la muerte de estos, lo injusta que es la vida para algunos, etc. A mi parecer, la segunda parte trata temas un poco más interesantes, o que yo he empezado a entender entonces, y me ha enganchado más esta segunda parte del libro.
Citas que me han gustado:
"Buscar la felicidad existencial es, en general, muy complicado. Perseguirla a través del compromiso político resulta más sencillo, aunque a la larga puede resultar frustante si uno se da cuenta que la felicidad tampoco es eso. Quizás hay que encontrarla en las pequeñas cosas si se quiere dar sentido a la vida." (Pág. 215)
"Buscar la felicidad existencial es, en general, muy complicado. Perseguirla a través del compromiso político resulta más sencillo, aunque a la larga puede resultar frustante si uno se da cuenta que la felicidad tampoco es eso. Quizás hay que encontrarla en las pequeñas cosas si se quiere dar sentido a la vida." (Pág. 215)
"Cuando las cartas nos vienen malas y perdemos la partida que pensábamos que era nuestra única razón de ser (y posiblemente era acertado que así lo viéramos en ese momento), creemos que el reloj se ha parado, que la sangre ya no bombea a nuestro fatigado corazón y que la muerte es inminente. Sin embargo suena entonces el teléfono y al otro lado del hilo se escucha una voz amiga y cálida, una de esas personas con las que no se ha hablado ni se ha visto desde los tiempos de la universidad, que vive fuera de España, que está en Madrid de paso y que te confiesa que le haría mucha ilusión cenar contigo. Entonces haces un esfuerzo terapéutico, el mismo que cuando te tragas una pastilla antigripal para ahuyentar el virus, y dices: "Sí, claro, ¿cómo no?". Tomas el ascensor, atraviesas el umbral del gran portal del edificio en el que vives, te llega una cálida brisa de crepúsculo preestival, escuchas el ruido del tráfico y las voces de conversaciones en la calle. Entonces, sólo entonces, te das cuenta de que la vida sigue, te guste o no, te pegues un tiro o te abras las venas, y que te invita a continuar quemando etapas." (Pág. 244)
"Cuando una persona se acuesta con otra no sólo por el puro placer de un cuerpo del que se siente fuertemente atraído; cuando la mira, la besa y la acaricia porque intuye y recibe fuertes pulsaciones físicas; cuando se deshace por una mirada, una sonrisa, unas guedejas, un hoyuelo en la mejilla o unas manos de adolescente; cuando cree sintonizar con él o con ella porque le ha dicho que también le gusta el jazz o Dustin Hoffman en El graduado; cuando, en definitiva, ese tipo de gestos, palabras, pulsiones, deseos sexuales los identificamos con algo tan vago, tan amplio y tan maravilloso como es el amor, entonces se piensa que esa persona formará parte para siempre de nuestro círculo más íntimo." (Pág. 247)
"Los recuerdos, buenos o malos, no necesitan ser enterrados en el lugar donde uno los haya vivido. Nos los podemos llevar tranquilamente allí donde continuemos nuestra aventura existencial. Quedarán almacenados, anestesiados pero nunca completamente olvidados en el armario de nuestra memoria. Con el tiempo podremos o distorsionarlos, exagerarlos o minimizarlos, pero jamás eliminarlos del todo. Incluso aunque pensemos que los hayamos sepultado o extraviado, porque forma parte del modelado de nuestra conducta y, en definitiva, de nuestro bagaje vital." (Pág. 286-287)
"El azar juega a veces como si alguien que nos conociera introdujera la mano y extranjera de la saca la bola que jamás podríamos imaginar que fuera a salir. Jugamos a toparnos después de mucho tiempo con una persona que por algún motivo nos ha marcado nuestra vida. Y la reencontramos simplemente por la ley de probabilidades o por una obstinada constancia y voluntad de conseguirlo." (Pág. 481)
Nota: 7
¿Lo recomiendo?¿Por qué?
Para la gente a la que le guste este tipo de novelas si, sin duda, para los que nunca han leído algo así se les puede hacer pesado, pero a mi me ha gustado porque cuenta hechos que podrían suceder, trata temas de política, infidelidades, amor, desengaños, entre muchos otros temas.
Gracias a Chiado editorial por colaborar conmigo, ha sido un placer. Por aquí os dejo el vídeo de la reseña de este y otros dos libros. Espero que os guste. Un beso enorme,
Cristina.
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