Autor: Cristina Petit
Año: 2016
Páginas: 320
Editorial: Roca Editorial
Sinopsis
Clémentine vive en París, en un espléndido apartamento con vistas a la ciudad y a sus tejados. Es una chica joven, alegre y afortunada, con un trabajo que adora: leer libros a chicos con dificultades, ayudándoles a que superen sus miedos a través de la terapia de las palabras.
Albert Séraphin es un joven escritor quien, después de haberse cruzado con Clémentine por la calle, y quedarse deslumbrado por ella, convierte a Clémentine en la protagonista de su novela. Al publicar este libro, titulada Fábula en París, esta se convierte rápidamente en un best seller; el público se enamora locamente de una novela que está escrita desde el corazón. Clémentine también lee la novela, y al pasar la última página tiene una extraña sensación; intuye que esta historia tiene algo de premonitorio. Hay algo que transmite el libro que parece pertenecerle solo a ella.
Clémentine descubrirá que el mejor regalo que un libro puede ofrecer es su capacidad para unir a las personas y que estos a veces son el salvoconducto para poder llegar a algo parecido al verdadero amor.
Opinión
La historia me ha atrapado desde el primer momento, conforme leía quería saber más y más de cada personaje, quería saber que iba a ocurrir en cada momento y quería conocer más la vida de Clémentine y saber que pasaba con el escritor, Albert.
Como bien dice en la portada, un libro le cambia la vida a Clémentine, aunque yo creo que a ella los libros le han cambiado la vida siempre, igual que nos la pueden cambiar a todos, tanto en la forma de pensar, de sentir, de ver las cosas...
La protagonista me ha parecido una joven con un corazón enorme y me he identificado con ella en muchas cosas, la envidio por la enorme librería que se describe que tiene en su nueva casa. Creo que ella es buena de corazón y que confía mucho en quien le aporta algo en su vida.
La relación que mantiene Clémentine con los vecinos y el portero me parece estupenda, es una chica joven que vive sola y la compañía de ellos nunca le viene mal.
En cuanto a la libroterapia, creo que si lo pusieran más en practica funcionaría, no hay que obligar a los niños a leer, pero si inculcarles la lectura sutilmente y hacer que mediante esta hacer que se sientan a gusto, que encuentren historias con las que se identifiquen, con las que se animen, disfruten, etc.
Esta historia me ha recordado a No me dejes (Ne me quitte pas) de Maxim Huerta, he disfrutado tanto como disfruté con la lectura de No me dejes y París me ha vuelto a enganchar a sus historias.
Durante la lectura he tenido dudas de si sería un libro u otro el que le cambiaría la vida a Clémentine, pero después lo tenía muy claro y el final me ha parecido muy bonito.
Citas
La felicidad no es hacer todo aquello que se quiere, sino querer todo aquello que se hace.
Aquello que las personas elaboraban con las manos le conmovía como un buen libro.
Cuando una cosa está hecha con buena intención, produce una energía positiva que domina a todo aquel que contacta con ella.
Envejecer no significa perder la belleza, sino transferirla del rostro al corazón.
La imprevistos agradables con la parte bonita de la vida.
El poder de las imágenes y de los libros, sobre todo los leídos en la infancia, puede dejar pequeñas y maravillosas marcas en la vida de las personas.
Es mejor que los libros te llamen cuando estás preparada.
Yo creo que los libros se armonizan con nuestro estado de ánimo; si son los que necesitamos en ese momento, vibramos con ellos.
Solo quien se reconoce pequeño e ignorante sigue descubriendo y conociendo.
No juzgues nunca nadie, porque en lo más profundo de cada uno hay siempre algo interesante que tú no conoces.
El libro más bello somos nosotros mismos y que a lo largo de la vida nos esforzamos por gustar a los demás, pero cuando llegamos al final, cuando releemos nuestro libro, nos damos cuenta de que deberíamos haberlo escrito únicamente para nosotros y que si no nos gusta, ya no hay tiempo para reescribirlo, sino solo para leérselo en voz alta a alguien.
Las cosas más importantes de nuestra vida no se ven, pero existen.
Para vivir en plenitud, hay que amar a la muerte.
El amor llega cuando menos te lo esperas, pero hay que tener paciencia, y a veces se espera una vida entera.
Gracias a Ediciones Roca por enviarme el ejemplar, ha sido un placer leerlo y disfrutar así de la lectura, os lo recomiendo totalmente. Gracias por leerme,
Cristina ♥
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